viernes, 6 de enero de 2017

Viaje de locura...

06/01/2.017  motor en marcha.



 La misma foto dos veces... Fernando junto a su moto (Guerrero GMX 150 con un carro)
 Por fin llegó el día que tanto habíamos esperado. Temprano caí en lo de Fer y nos dispusimos a salir a la ruta con un destino un tanto incierto. Sabemos que vamos a Mendoza, Puente del Inca, tal vez crucemos a Chile.
 Después regreso por San Juan y una vuelta por el Norte o Córdoba.
 Las motos estaban listas desde la noche anterior.  Fernando muy cargado en su GMX. Yo un poco más liviano en mi Cafetera...
Yo junto a mi "Cafetera" (Gilera VC 200 Café Racer)



  Como el asiento de las café racer se caracteriza por ser un tanto rígido no tuve mejor idea que "acolchonarlo" un poco con el poncho azul que mi padre me había regalado hace unos años...

Primera parada técnica... Aún no llegamos a Catriel
Primer alto en el camino... llegando a Catriel no tuve mejor idea que pararme en la moto y el ponchito "voló" así que aprovechamos a parar un rato.


Colonia 25 de Mayo. Desayunamos con todas las de la ley... Fer se hace amigo de un motoquero de General Alvear al que visitaremos de regreso...



La fofo fue tomada a 60 km/h... por lo menos tiene 30cm x 20cm y unos siete de profundo.

Saliendo de Colonia 25 de Mayo, La Pampa, hacia el norte por la ruta Nac. N° 151 hay un tramo en muy mal estado. Esto está así desde hace muchos años.
El empalme con la ruta "Conquistadores del Desierto" parece terreno lunar... Luego trepamos la meseta y más o menos zafa hasta Puelén, desde allí otra vez el estado es calamitoso por muchos kilómetros. Con las motos zigzagueábamos entre cráteres largos, anchos y profundos.



https://www.mdzol.com/nota/711531-la-peor-ruta-del-pais-esta-entre-mendoza-y-neuquen/?utm_source=facebook&utm_medium=viral&utm_campaign=botones 

En este tramo de ruta los automóviles transitan a 40 km/h y ómnibus y camiones lo hacen "a paso de hombre" y por la banquina.




 
     Me detengo a estirar las piernas, ya tengo la cadera acalambrada. Hace mucho calor... llega el Fer que venía unos cien metros atrás. Estira sus piernas y bebe cerca de medio litro de agua, me ofrece pero yo no acepto. Entonces se moja la cabeza. 
Allá va el Ferchu... en un par de kilómetros Santa Isabel. Descanso y paramos hasta la tarde... 
(Nada anticipaba lo que sucedería después)


En ruta nos deslizamos cómodamente por el asfalto nuevo. (Desde al Cerro Centinela hasta Santa Isabel la ruta está bajo contrato de mantenimiento) Rodamos a unos 90/100 Km/h de reloj... Fernando viene punteando y yo lo sigo a unos cien metros.

Al pasar por "Algarrobo del Águila" recuerdo que en la parada que realizamos hace quince minutos Fernando se quejó del calor, pero el venía adelante y no atino a parar ni me hizo señas... Seguimos unos kilómetros más y decido alcanzarlo. Desde un campo al Oeste de la ruta nos saludan unos operarios. Respondo el saludo y él hace lo mismo. 
Durante unos kilómetros voy yo delante así cuando lleguemos al cruce directamente tomo el camino que ya conozco y evitamos la parada de contulta. De a ratos me paro en la moto y veo que mi compañero de viaje hace los mismo.
De pronto Fernando me rebasa, lo miro y me sonríe... Lo dejo que puntee un poco... pero noto algo raro en su rodar. Comienza a zigzaguear y luego se estabiliza. Acelero para alcanzarlo. En un momento veo la moto del Fer hacer "Shimmy". Se va a la banquina y vuela por los aires dando  luego varios tumbos. Detengo mi marcha, desmonto y desesperado corro hacia él.
Lo encuentro tendido boca abajo, con el casco salido y su moto sobre él. Pienso lo peor y lo llamo a gritos. Le sangra un oído y está inmóvil!!! Llamo a emergencias mientras hago señas a una camioneta que pasaba. Se detienen a auxiliarnos mientras llega la policía y ambulancia. La ambulancia se lleva con urgencia a Fer y yo debo llevar su moto a la comisaría y declarar por ser el único testigo del accidente.


La moto se muestra estable y reacciona bien a pesar de los golpes y el arrastrón. El fierro con daños menores, mi amigo es trasladado de urgencia a Victorica, La Pampa y de allí a Santa Rosa, por la gravedad de sus lesiones. Yo aún conmocionado me veo en la dura tarea de avisar a sus familiares... (y a los míos, para que al correr la noticia del accidente en el pueblo, no se asusten por demás)



Ya entrada la tardecita me dejan ir de la comisaría y el encargado del operativo (no sé su grado) me recomienda no viajar hasta Santa Rosa de noche... Abatido por la situación y el cansancio almuer/merendo en la estación de servicio y pienso si quedarme o seguir solo hasta Santa Rosa para ver a Ferchu... 



Todavía hay luz y unas nubes hacia el oeste prometen alivio al calor todavía insoportable... Tomo ruta y que sea lo que Dios quiera!!!

 A veces es bueno escuchar al que sabe... en la ruta todo... llovizna, truenos, focos de incendio a ambos lados de la ruta, humo y olor a leña. Noche, animales varios y hasta un encuentro con la luz mala. 


Tomo la ruta hacia el Este pampeano. Hermosa. Creo haber tomado la decisión correcta. La carretera se encuentra en perfecto estado de mantenimiento. Sobre el horizonte un frente de tormenta ostenta su poder en un épico combate entre dos Cúmulus Nimbus que se amenazan a gritos de truenos y se lanzan rayos blancos y anaranjados, de vez en cuando un rayo cae a la tierra (brillan distintos a los demás) y su reverberación juraría que estremece hasta los Andes. Caen unas pocas gotas y baja drásticamente la temperatura. Comienzo a custionar el haber salido a la ruta cuando se termina la parte concesionada de la misma y ya no está en tan buen estado.
Con el asfalto muy húmedo aunque no mojado me agarra la noche cerrada. Viendo muy lejos el frente de tormenta y con la fresca ruedo plácidamente a ochenta entre un leve... olor a humo?

Olor a humo!!! Humo mucho, y focos de incendio a uno y otro lado del camino!!! Dios!!! las noticias de todo el pais hablan de los incendios en la Pampa y yo solo el alma mía de noche y en medio de ellos!!!
Culebras, zorros y liebres se cruzaban como si la ruta fuera suya y yo un transeúnte foráneo (efecivamente así era)
Sintiendo ya en los hombros y en la cadera la pesadez de las horas y el stress noto tres luces a la derecha de la ruta, hacia el sur. Tres focos blanco anaranjados como luz de vela o farol de noche. Una casita!!! pienso en detenerme y llamar con alguna excusa. Tal vez me conviden mate y todo. Quién le negaría unos mates a un motoviajero? 
A unos cincuenta metros suelto el acelerador y comienzo a frenar. 
Las luces cambian de posición y ya es obvio que son son las luminarias de un rancho. Comienzan a girar como si alguien hiciera malabares con ellas!!! Las miro de frente intentando comprender la situación. No entiendo nada. Son tres bolas de luz, incandescentes, cada una del tamaño de una pelota de fúbol. Perplejo observo como una de ellas sale disparada a toda velocidad hacia el campo alejandose de mí y de la ruta, pero... las otras dos salen a mi encuentro. Yo miro intentando divisar al humano detrás del farol. Sin embargo la velocidad de escape de una y los movimientos de aproximación de las otras me generaban algo raro. Efectivamente, una queda unos metros antes de la banquina (luz, sólo luz, del tamaño de un fútbol y sin proyetar sombra de nada hacia ningún lugar y diría que sin generar reflejo contra el suelo) y la otra se me viene encima de la misma forma en que te atacan los perros en la travesía urbana.
Instrinivamente cambio de carril y comienzo a bajar los cambios para el pique. Espantado miro y sólo veo la bola de luz!!! Miro el velocímetro y marca sesenta... nadie corre a esa velocidad de a pié!!! acelero y comienza a perseguirme esa luz. Flotaba sin ningún tipo de sonido a la altura de mi cabeza. Dios!!! si me tira? Estoy sólo, en medio de la pampa... acelero... ochenta Km/H y sigue a la par. Noventa y le saco una pequeña ventaja oscila entre el límite con la banquina y tocarme (Dios!!! si me tira?) Me recuesto sobre el tanque y le doy gas a fondo... no le quito la vista de encima como si al mirarla evitara algún daño potencial. Veo que la voy dejano atrás, siento el motor pasado de vueltas y al mirar el velocímetro éste indicaba poco más de 120 km/h... 
De noche, 120, ruta desconocida y yo mirabdo para atrás!!! Todo indicaba que tendría un descelace funesto. Intento calmarme. ¿Qué fue eso? (Con razón el policía me sugurió que no viaje de noche) De pronto un sentimiento me embargó y se me cayeron unas lágrimas. ¿Sería Fer? ¿Fernando se murió y vino a avisarme? a estas horas y en estas condiciones era capaz de pensar y creer cualquier cosa. 
Sigo viaje ya que no podía detenerme... Estaba realmente asustado. A lo lejos veo la luz de una torre a la izquierda de la ruta (sería hacia el norte) y me alegro ante la posibilidad de cercanía a algún poblado. Luego noto con extrañeza que la luz en la punta de la antena era blanco verdosa. (¿No son rojas?) No distingo las cabriolas de la torre ni los tensores... y juraría que la luz me miraba (Ríanse, yo estaba re cagado) L.P.M. la luz verde desde lo alto me obsevaba y yo me hacía como que no la veía. Otra vez no, otra vez no, otra vez no!!!


Y no. La luz sólo me observó como pasaba... (les juro que me miraba)


Llegando a lo que sería Telén (Según los carteles) de la banquina opuesta la silueta de un muchachito me hace señas con una linterna... me llama la atención el haz de luz coherente como si fuera un tubo fluorescente (longitud y forma determinada y perfectemente delimitada) pasó por el suelo delante de la moto. La seguí con la mirada y veo como transita por el campo en línea recta. En el lugar donde debería estar quien hizo señas no vi nadie ni nada.
Ya puteando en los siete idiomas y maldiciendo toda la creación aceleré casi histérico hasta las proximidades de Victorica.
Se notaba que había estado lloviendo, por suerte, antes de que yo llegue. Parece que fue algo más que una llovizna. Había grande charcos. En el acceso me crucé con tres motociclistas que me saludaron con sus bocinas.
Casi en medio de un ataque de pánico ingreso a la ciudad...

Finalmente recalo en Victorica, La Pampa






Flor de Lis... Le comento a la recepcionista mi encuentro "paranormal" y me pregunta detalles que demuestran certeza de conocimiento...  por lo menos se que no aluciné, varios cuentan lo mismo de la misma zona. (Entre "la Maestra" y "La Pastoril" por la ruta provincial N°10)

Me siento en una pizzería y mientras me atienden, a mis espaldas "se cae el cielo".
Parroquianos me preguntan si venía en moto... 

-Uh! de la que te salvaste- me dicen.
 
Cené una pizza espectacular. Bien atendido, buen precio.
Iglesia, frente a la plaza. Victorica, La Pampa.

Regreso al hotel luego de un breve diluvio... me recosté como para mirar tele, pero me apagué completamente demolido... 

Un día terriblemente intenso: Ruteada, accidente, comisaría y declaración, angustia por no saber del estado de Fernando, ruteada nocturna, llovizna, suceso paranormal.




Amanezco. Desayuno bien (incluído con la noche de alojamiento)
Ensillo la Cafetera y salgo a la ruta...








Ruedo hasta el ingreso a la ciudad y retomo la ruta hacia Santa Rosa. Descubro que durante la noche había transitado de la "Pampa Seca" a la "Pampa Húmeda". Toda la mañana me deslicé por una hermosa ruta, en buen estado y por unos paisajes de ensueño. Cada tanto me encontraba en la ruta alguna que otra cosechadora, algún tractorcito, alguna chata.

 Me detengo para sacar unas fotos... Tengo algo de señal y recibo mensajes de motoviajeros de Santa Rosa que me esperan. Ya vieron a Fer (aunque no lo conocen), sus hijas llegaron al hospital y me esperan.
Él pregunta por mí. No sabe lo que pasó. Está más preocupado por saber qué me pasó que por su estado de salud. (Él cree que nos llevó por delante un camión)





 Al entrar en la ciudad de Santa Rosa bajo el arco me esperaban estos dos Tipazos: Omar y su hermano. Fuimos al hospital donde pude ver a Fernando y sus hijas y contarle lo sucedido. Luego fuimos a comer con los muchachos que también me alojaron esa noche en Ciudad de Santa Rosa.

Quiero destacar la calidad humana de estas personas y la fraternidad motoquera preocupándose y ocupándose de un desconocido y tratándome a mí como que me conocieran de toda la vida.
— Con Pratt Omar G
 Los muchachos me guían hasta el hospital y logro ver a Fernando y a sus hijas que me ponen al tanto de la situación y me preguntan qué fue lo que pasó porque el padre sólo recuerda que íbamos en moto. Hablo con los médicos, les cuento que yo viajaba con él y que vi todo lo que pasó y de qué manera fue la atención primaria de la ambulancia en la ruta. Fer se despierta y se siente aliviado al verme... había pensado cualquier cosa... No entiende qué fue lo que le pasó. 
Estuve con él todo lo que nos permitieron. Se sentía mal porque arruinó el viaje. Cuando a la tarde le comento que ya me corrieron varias veces del hospital porque no soy familiar directo entonces mañana regreso al Valle, me pide que siga que no regrese porque éso lo haría sentirse peor. Estoy ante un dilema moral... Si salimos juntos, volvemos juntos. De noche me escriben las hijas contándome que él se encontraba apesadumbrado porque me arruinó el viaje, que me retrasó en la salida y ahora esto... insiste en que debo continuar solo. Lo converso con Omar y con su hermano. Lo comento en un grupo de viajeros de WhatsApp. Todos coinciden... "Si es la voluntad de tu amigo que era tu compañero de viaje... y si te animás, seguí!!!"


Paso la noche en la casa de Omar. Él trabaja desde muy temprano así que antes de las cinco y media me despido de él y le agradezco inmensamente todo. Lleno el tanque de nafta respiro profundo y salgo a la ruta... me quedan unos kilómetros hasta el cruce. La ruta me dirá si sigo o si regreso.
Me detengo en la estación del cruce y desayuno. El playero elogia mi moto y me pregunta desde dónde vengo. Le cuento que salimos dos hace unos días desde General Fernández Oro, Río Negro y me comenta "qué grande! qué buena máquina! se la re banca. No?"
Listo. Sigo viaje!!!
Bajo una persistente llovizna remonto La Pampa desde Santa Rosa hacia el norte. Hermosos campos por donde mire.
Escucho en la radio que el paso Cristo Redentor está cerrado por un alud... No cruzaré a Chile. Seguiré entonces viaje al norte — en Eduardo Castex.
  

Llego a la estación de servicio con la Junta de escape quemada... Luego de un desayuno la cambio (Tenía repuesto) y sigo viaje hacia el norte. — en Huinca Renancó, Cordoba, Argentina.



 Almuerzo en Villa Mercedes . Y sigo viaje hacia La Toma ...
 


Hermoso paisaje puntano.



Paso de largo por La Toma rumbo a Paso Grande. Lentamente voy ganando altura entre la serranía... hermoso, digno de ver. Cuando creo que estoy en el último lugar del mundo paso a una pareja de ciclistas... Continúo paseando de a ratos, un poco más veloz en otros momentos. en un cruce me pierdo a causa de la falta absoluta de señales indicadoras. Me guío por el sol...



Me interno entre las sierras. Saliendo de una curva me encuentro un burro que al verme sale de la ruta.
Freno y le digo: -Burrito, vení que te saco una foto!
El burro regresa con su novia y posa pa la foto!!! jejeje



Poco más y una punta de chivos.





Tomo una curva entre una quebrada y había arena sobre el asfalto producto de las lluvias de días pasados.


(nótese la huella del derrape)


Derrapé. Yo que venía pisteando como un campeón casi me voy al piso...













 Llego a Quines, San Luis , "Capital Nacional del Mate".  Descanso un buen rato y me reabastezco de combustible...

 No sé para que lado tomar o si hacer noche aquí y recorrer... El lugar y sus alrededores parecen salidos de un sueño maravilloso. Entre otros detalles un mate gigentesco pero al que no le saqué foto...







Subo a la moto y un impulso... algo más fuerte que mi cansancio hace que me haga a la ruta otra vez...


Cruzo el límite interprovincial y luego de controlar los papeles converso animadamente con el policía que se muestra muy interesado en los acontecimientos de mi aventura... Hasta que un automovilista viajero se estaciona detrás mío y nos obliga a terminar la charla.
Tomo ruta nuevamente y noto una coloración extraña en las nubes hacia el norte y una forma helicoidal... pienso: lo que me falta!!! un tornado...
Casi simultáneamente veo de frente tres trombas. Antes de asustarme observo que sobre éstas el cielo se encuentra despejado. Disminuyo a 80 Km/h la velocidad y continúo. Dos trombas se encuentran a sendos lados de la ruta, la tercera sobre el asfalto. Noto que las mismas parecen surgir del piso pero no veo hasta dónde. Le calculo unos ciento cincuenta metros. Parecen inofensivas. Al pasar junto a la que estaba en medio de la ruta compruebo que son insectos. Miles de millones de insectos organizados en tres columnas de más de cien metros de altura y volando en espiral...
Comienza a oscurecer y el próximo pueblo parece alejarse cada vez un poco más... Noto ondulaciones del terreno mas no vislumbro el resplandor.
Se me hiela la sangre al ver rayos de luz saliendo desde detrás de una colina (a las once de mi posisión), pienso: No, otra vez!!! pero estas luces no vienen hacia mí sino que van de la tierra al cielo. Creo que son reflectores. Unas colinas adelante vislumbro las luces de la ciudad y veo nítidamente los haces de luz al fondo...

Ya entrada la  noche llego Ulapes, La Rioja.
Me recomiendan no seguir que busque alojamiento y que aproveche que es la fiesta del pueblo y toca "Trula". Ya muy cansado decido hacer noche... Consigo un alojamiento caro, feo, sin servicio... Recorro el pueblo. En un patio como media prepizza con salsa de ajo y una cerveza tibia. Al pasar por la heladería frente a la plaza, estaban cerrando porque se les terminó el helado. Llego al albergue y me duermo profundamente... 


A las tres de la madrugada un ángel me despertó.

Santa Rosa, La Pampa / Ulapes, La Rioja